Ensayo y literatura
¿En qué tradición literaria podemos inscribir la escritura de Jorge Baron Biza? Como sostiene Martín Albornoz, “disponerlo en la ristra de los suicidados y marginales ha sido en cierto modo la reacción más obvia y a la vez más perezosa” de la crítica. Pero además de la sentencia de habitante de los márgenes y miembro selecto del club de escritores de novela única y sin descendencia, Baron Biza cosechó otro calificativo que mejor lo define, el de escritor excéntrico, el cual responde tanto al carácter original de su obra como a su ubicación fuera del centro o, en todo caso, a la creación de un centro propio en cuyo núcleo late la pulsión estética y la búsqueda de la belleza como elementos constitutivos de su escritura.
En su obra ensayística, además de explicar el mundo, el plan de escritura de Baron Biza incluye una promesa: agradar al lector; atraerlo y conectarlo con el deseo y el placer de la lectura a partir de la multiplicación infinita de recursos lingüísticos y la generación incesante de imágenes que son direccionadas, con movimientos imperceptibles, hacia un núcleo sensible.
Una encuesta que publicó Radar -el suplemento cultural del diario Página/12- en el año 2000 refleja la distancia que había entre él y las opciones del menú principal de los años noventa. Cuando le consultaron sobre el “fenómeno cultural de la década”, Jorge Baron Biza respondió: “La codicia”.