Sabiduría y contención

Jorge Barón Biza | 19 de Agosto de 1998|


El artista expone naturalezas en Vía Margutta hasta el 9 de setiembre. “’El arte sucede’… Para Pedro Pont Vergés (1924), no hay una definición mejor. Es que sus pinturas suceden. Un impulso inicial sienta a Pont Vergés frente al caballete y, sobre el lienzo, la primera imagen-idea va ocupando el desierto blanco sin premeditación.” Así era definido en una nota de 1992 de LA VOZ DEL INTERIOR el hacer de este artista de trayectoria singular, ganador en 1961 del Primer Premio de Pintura en el Salón Nacional de Córdoba y del Premio al Mejor Conjunto de Dibujos en la Séptima Bienal de San Pablo. Integrante allá por los años ’50 del Grupo Artistas Modernos de Córdoba, sujetó siempre las novedades de aquellos movidos tiempos a una necesidad expresiva regional. De allí esa insistencia en que las obras “sucedan” en su ámbito, en lugar de imponer a rajatablas teorías estéticas. De allí también algunas de las críticas que recibió por no estar siempre en la línea de fuego de la novedad.

En la muestra actual, esta instancia de hacer reposar la realidad en el ánimo del artista aflora con evidencia. Naturalezas muy sencillas pintadas sin audacias aparentes, en las que los objetos “acontecen” en sí mismos, definidos con un dibujo simple y protagonizados por un color destilado por la sabiduría que desecha lo sensacional.

“Cuando comentamos las recientes muestras de Carlos Alonso y de Miguel Ocampo comenzamos a hacernos esta pregunta: ¿existe un ‘efecto Córdoba’ en los pintores? La actual muestra de Pedro Pont Vergés parece confirmar nuestra sospecha de que quizá Córdoba, por mediterraneidad, clima y colorido, los lleva al recogimiento y a una revalorización de lo que los rodea”, escribía Laura Fainsilber en 1989. Hoy coinciden en nuestra ciudad la muestra que comentamos y la retrospectiva de Vidal, y las palabras de la crítica de arte parecen todavía más vigentes.

Este “efecto Córdoba” ha sido siempre mal entendido por la crítica metropolitana, que vio en él una detención de lo que considera rupturas obligatorias en el arte, y no una vía alternativa ligada al mismo tiempo a la tradición y la interioridad.

Negarle novedad es la estrategia clásica para sacar del campo artístico destacado a muchos artistas del interior. Creer que hay más audacia en mostrar, por centésima vez, un objeto hallado en un basural que en representar con recursos puramente pictóricos el humo en la noche o a la luz artificial – como lo hace Pont Vergés en dos obras de esta muestra – es una ingenuidad de la que habrá que dar cuenta algún día.


“Sabiduría y contención”, La Voz del Interior, Sección Artes y Espectáculos, Córdoba, 19 de agosto de 1998.

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