Jorge Barón Biza | 17 de Agosto de 2000|
«Conectado con Arlt por su sensibilidad gozosa por la vileza, y con Borges por la silenciosa parquedad con que desliza lo fantástico en lo cotidiano, Di Benedetto aparece a la reflexión como el puente entre ambos, como la tercera pluma, que da sentido de conjunto a una época clave de la literatura argentina. Los tres mantienen su personalidad irreductible, pero poco a poco, por detrás de intentos infructuosos por enfrentarlos, se van consolidando las líneas comunes. Por ejemplo, mientras en el mercado interno y externo se celebraba la orgía de ‘latinoamericanismo for export’, los tres se mantuvieron ejemplarmente alejados de magias y folklores, una línea que gracias a ellos y otros escritores notables identifica hoy a la literatura argentina, aunque el costo en ventas internacionales sea, por ahora, grande. En estos cuentos queda particularmente claro uno de los motores narrativos de Di Benedetto: en esos personajes que recurren al amor como una sublimación de sus soledades, como una ficción que simule vínculos con el mundo, queda plasmada esa ambigua interacción entre el exterior y el interior, esa suspensión existencial en que viven sus personajes y muchos argentinos, y que es uno de los sellos del gran escritor»,
La Voz del Interior, Córdoba, el 17 de agosto de 2000.